La siguiente introducción
a este problema es una mezcla entre la que L.R. Maiztegui realizó para la
revista Jaque de hace más de 25 años, con la transcrita por Nuestro Circulo” en su número 37 .
En 1924 los maestros europeos que iban a participar
en el torneo de Nueva York se embarcaron en Hamburgo. Durante el viaje el tema
básico de entretenimiento era el ajedrez. En un momento dado Reti mostró algunas
de las composiciones suyas a sus colegas y compañeros de viaje, encareciendo
especialmente la dificultad de una de ellas, a pesar de la sencillez del
material empleado: caballo y peón contra dos peones. El doctor Lasker no sin
algo de sorna se interesó vivamente por este final y se dispuso a resolverlo.
Reti le advirtió que el estudio era muy difícil, el viejo campeón del mundo le
contestó sonriente que estaba dotado especialmente para resolver esa clase de
tareas y que al otro día, a más tardar hallaría la solución exacta.
Pasó un día, dos, y tres,
y Lasker no solo no daba la solución del estudio, sino que apenas se dejaba
ver; se pasaba el día en su camarote e incluso pocas veces acudía a comer. Además cuando se le veía, el viejo campeón se mostraba huraño y malhumorado.
Por fin a los
ocho días exactos y mientras
los maestros se hallaban reunidos jugando rápidas, apareció alborotado y
cansado, pero con sus ojos brillantes e inundados de una luz triunfal. "Era
difícil, diabólico; pero lo he solucionado, afirmó con la voz henchida de
orgullo.
Estamos ante una de las
posiciones mas difíciles que registra la historia del ajedrez. Una posición
simple, pero enrevesada como la que más.
La solución para no
perder el misterio, dentro de ocho días, mientras tanto os dejo con esta partida de Lasker.
,
No hay comentarios:
Publicar un comentario